Contratos

“¿Cómo era tu familia antes del diagnóstico?”. Con esas siete palabras y un micrófono color negro al frente, Soyla Marina Pérez, habitante de la comunidad Sintana Quetzal en Guatemala, soltó el llanto ante una corte internacional. La pregunta que derramó nostalgia por sus mejillas ocurrió en uno de los juicios más importantes en la historia de la peor epidemia en materia de salud pública de Guatemala, la del VIH atendida por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).

Soyla se enteró que era seropositiva el mismo día que supo de la existencia de la enfermedad; ninguno de sus hijos cursaba más allá del sexto grado, y todos ellos, tras la necesidad de apoyar a sus padres, abandonaron la escuela. Su esposo, también infectado y con peores condiciones de salud, no pudo hacer frente a la hecatombe solo. El caso de Soyla es uno más de la larga lista de personas que viven con VIH y que su vida depende de un sistema de contrataciones oportuno, transparente y humanitario. La pandemia está justo donde las medicinas no pueden.

Las compras del MSPAS

En este ejercicio se han investigado todas las compras que ha realizado el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) entre 2011 y 2018, las cuales incluyen las compras al Fondo Mundial (FM), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y aquellas compras complementarias que se han realizado a laboratorios privados para satisfacer demandas puntuales.

En total son 297 contratos de compras de antirretrovirales correspondientes a más de 167 millones de quetzales. Se estima que de no solucionar el problema de abasto, al corto tiempo, la suma que requiera el país para resolver el problema sufra de un incremento estrepitoso debido al aumento de casos del virus.

Concentración de compras y tipos de atención

Las compras de medicamento son realizadas por el MSPAS mediante cinco modalidades de contratación, que no siempre otorgan las condiciones óptimas para la libre competencia entre empresas. El mayor número de adquisiciones en Guatemala es vía convenios internacionales, y el menor, bajo la modalidad de Compras de Baja Cuantía, es decir de poca existencia en el mercado.

La atención está dirigida al mayor número de personas seropositivas, se trata de jóvenes de 20 a 25 años y gran parte de ellos fueron diagnosticados en la capital. El analfabetismo también es un indicador de riesgo, pues en 1,846 de los casos se trataba de personas que no sabían leer o escribir. Finalmente, los casos de personas con una carga viral en etapa avanzada, hasta el último boletín de Vigilancia Epidemiológica del VIH del MSPAS, eran de 949 personas, 243 mujeres y 706 hombres.

El duopolio y las particulares

El MSPAS tiene actualmente firmado un convenio con la Organización Panamericana de la Salud desde 2017, y entre 2011 y 2016, lo tuvo con el Fondo Mundial. Estas dos organizaciones acapararon la venta de antirretrovirales en Guatemala.

A través de este mecanismo se han realizado 101 compras por un valor de más de 86 millones de quetzales. El resto de las adquisiciones se reparten entre particulares, las que más contratos ganaron fueron: Solmedica S.A; Amicelo S.A; Importadora y comercializadora RR S.A; y Medicamentos avanzados. En total, estas cuatro consiguieron vender 5,752,414 en 33 contratos.

Contratos

“¿Cómo era tu familia antes del diagnóstico?”. Con esas siete palabras y un micrófono color negro al frente, Soyla Marina Pérez, habitante de la comunidad Sintana Quetzal en Guatemala, soltó el llanto ante una corte internacional. La pregunta que derramó nostalgia por sus mejillas ocurrió en uno de los juicios más importantes en la historia de la peor epidemia en materia de salud pública de Guatemala, la del VIH atendida por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).

Soyla se enteró que era seropositiva el mismo día que supo de la existencia de la enfermedad; ninguno de sus hijos cursaba más allá del sexto grado, y todos ellos, tras la necesidad de apoyar a sus padres, abandonaron la escuela. Su esposo, también infectado y con peores condiciones de salud, no pudo hacer frente a la hecatombe solo. El caso de Soyla es uno más de la larga lista de personas que viven con VIH y que su vida depende de un sistema de contrataciones oportuno, transparente y humanitario. La pandemia está justo donde las medicinas no pueden.

Las compras del MSPAS

En este ejercicio se han investigado todas las compras que ha realizado el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) entre 2011 y 2018, las cuales incluyen las compras al Fondo Mundial (FM), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y aquellas compras complementarias que se han realizado a laboratorios privados para satisfacer demandas puntuales.

En total son 297 contratos de compras de antirretrovirales correspondientes a más de 167 millones de quetzales. Se estima que de no solucionar el problema de abasto, al corto tiempo, la suma que requiera el país para resolver el problema sufra de un incremento estrepitoso debido al aumento de casos del virus.

Concentración de compras y tipos de atención

Las compras de medicamento son realizadas por el MSPAS mediante cinco modalidades de contratación, que no siempre otorgan las condiciones óptimas para la libre competencia entre empresas. El mayor número de adquisiciones en Guatemala es vía convenios internacionales, y el menor, bajo la modalidad de Compras de Baja Cuantía, es decir de poca existencia en el mercado.

La atención está dirigida al mayor número de personas seropositivas, se trata de jóvenes de 20 a 25 años y gran parte de ellos fueron diagnosticados en la capital. El analfabetismo también es un indicador de riesgo, pues en 1,846 de los casos se trataba de personas que no sabían leer o escribir. Finalmente, los casos de personas con una carga viral en etapa avanzada, hasta el último boletín de Vigilancia Epidemiológica del VIH del MSPAS, eran de 949 personas, 243 mujeres y 706 hombres.

El duopolio y las particulares

El MSPAS tiene actualmente firmado un convenio con la Organización Panamericana de la Salud desde 2017, y entre 2011 y 2016, lo tuvo con el Fondo Mundial. Estas dos organizaciones acapararon la venta de antirretrovirales en Guatemala.

A través de este mecanismo se han realizado 101 compras por un valor de más de 86 millones de quetzales. El resto de las adquisiciones se reparten entre particulares, las que más contratos ganaron fueron: Solmedica S.A; Amicelo S.A; Importadora y comercializadora RR S.A; y Medicamentos avanzados. En total, estas cuatro consiguieron vender 5,752,414 en 33 contratos.

Los esquemas Sobrecostos Desabasto