Sobrecostos

El 80% de los medicamentos para tratar el VIH son de patentes que pertenecen en su mayoría a las empresas GSK y Abbott. Tan sólo Abbot, logró recaudar más de 1,500 millones de dólares anuales en ventas de Lopinavir. Éste es el medicamento que hizo la diferencia para que el VIH/Sida dejara de ser mortal, y se convirtió en la estrella de la marca a partir de 2001.

Desde el inicio de la crisis sanitaria del virus del VIH, la industria farmacéutica ha acumulado ganancias millonarias. Logrando así un: “Lucro con el dolor y la calamidad”, aseguró Joaquín Hurtado Pérez, defensor por los derechos de las personas que viven con el virus.

Sobrecosto de 17 millones de quetzales

Guatemala en 2017 perdió más de 17 millones de quetzales en adquisiciones que registraron sobrecosto. De ese monto, el 92% corresponden a pagos por limitaciones de producción como la propiedad intelectual o la protección de información empresarial; así se explica en la Auditoría Social sobre Adquisiciones de Compras a Medicamentos Antirretrovirales elaborada por la organización International Treatment Preparedness Coalition (ITPC).

Los resultados obtenidos en la investigación indican que se pagaron 39,230,099.66 quetzales (Q) en concepto de compras de antirretrovirales en 2017. Pero ITPC asegura que pudieron haberse adquirido por un monto de Q 21,807,984.24. Es decir, se podrían haber ahorrado 17 millones de quetzales si se hubiera adquirido sin barreras legales.

Barreras legales inducen sobrecostos

A pesar de que la modalidad de compras para la adquisición de medicamentos a través de Convenios y Tratados internacionales idealmente incide en obtener costos más bajos, al existir barreras legales como las patentes, estos beneficios se anulan.

Uno de los mejores ejemplos es el compuesto de Lopinavir con Ritronavir, el medicamento en el que más dinero se invirtió, 72 millones Q desde el 2011. Este medicamento es fundamental para el tratamiento del VIH, ya que funciona para las tres líneas de atención, además de ser indispensable para que las mujeres embarazadas no transmitan el virus a sus hijos. La patente, ya liberada en otros países, aún es vigente en Guatemala.

Las compras locales salen caras

El 8% restante de las compras a sobrecosto, es resultado de modalidades no competitivas, por no utilizar economías de escala y problemas relacionados con gestiones administrativas. Estas suceden cuando el gobierno adquiere antirretrovirales a los laboratorios locales en lugar de a los organismos internacionales.

Uno de los ejemplos es el de las compras de Abacavir de 20mg en 2017. Ese medicamento demuestra las debilidades en las compras locales: el precio pagado al laboratorio fue 3.30 veces más elevado que el precio de referencia de la Organización Panamericana de la Salud.

Sobrecostos

El 80% de los medicamentos para tratar el VIH son de patentes que pertenecen en su mayoría a las empresas GSK y Abbott. Tan sólo Abbot, logró recaudar más de 1,500 millones de dólares anuales en ventas de Lopinavir. Éste es el medicamento que hizo la diferencia para que el VIH/Sida dejara de ser mortal y se convirtió en la estrella de la marca a partir de 2001.

Desde el inicio de la crisis sanitaria del virus del VIH, la industria farmacéutica ha acumulado ganancias millonarias. Logrando así un: “Lucro con el dolor y la calamidad”, aseguró Joaquín Hurtado Pérez, defensor por los derechos de las personas que viven con el virus.

Sobrecosto de 17 millones de quetzales

Guatemala en 2017 perdió más de 17 millones de quetzales en adquisiciones que registraron sobrecosto. De ese monto, el 92% corresponden a pagos por limitaciones de producción como la propiedad intelectual o la protección de información empresarial; así se explica en la Auditoría Social sobre Adquisiciones de Compras a Medicamentos Antirretrovirales elaborada por la organización International Treatment Preparedness Coalition (ITPC).

Los resultados obtenidos en la investigación indican que se pagaron 39,230,099.66 quetzales (Q) en concepto de compras de antirretrovirales en 2017. Pero ITPC asegura que pudieron haberse adquirido por un monto de Q 21,807,984.24. Es decir, se podrían haber ahorrado 17 millones de quetzales si se hubiera adquirido sin barreras legales.

Barreras legales inducen sobrecostos

A pesar de que la modalidad de compras para la adquisición de medicamentos a través de Convenios y Tratados internacionales idealmente incide en obtener costos más bajos, al existir barreras legales como las patentes, estos beneficios se anulan.

Uno de los mejores ejemplos es el compuesto de Lopinavir con Ritronavir, el medicamento en el que más dinero se invirtió, 72 millones Q desde el 2011. Este medicamento es fundamental para el tratamiento del VIH, ya que funciona para las tres líneas de atención, además de ser indispensable para que las mujeres embarazadas no transmitan el virus a sus hijos. La patente, ya liberada en otros países, aún es vigente en Guatemala.

Las compras locales salen caras

El 8% restante de las compras a sobrecosto, es resultado de modalidades no competitivas, por no utilizar economías de escala y problemas relacionados con gestiones administrativas. Estas suceden cuando el gobierno adquiere antirretrovirales a los laboratorios locales en lugar de a los organismos internacionales.

Uno de los ejemplos es el de las compras de Abacavir de 20mg en 2017. Ese medicamento demuestra las debilidades en las compras locales: el precio pagado al laboratorio fue 3.30 veces más elevado que el precio de referencia de la Organización Panamericana de la Salud.